La Cuaresma: tiempo de conversión

Publicado por autor_vsj en

La Cuaresma

La Cuaresma es una fecha muy importante para los católicos porque representa el momento cuando nuestro corazón llega a buscar más a fondo un arrepentimiento por las fallas que hemos cometido como cristianos.

“La dignidad del hombre requiere, en efecto, que actúe según una elección consciente y libre, es decir, movido e inducido personalmente desde dentro y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa. El hombre logra esta dignidad cuando, liberándose de toda esclavitud de las pasiones, persigue su fin en la libre elección del bien y se procura con eficacia y habilidad los medios adecuados” (GS 17). (CIC #2339)

La palabra Cuaresma viene del latín “quadragésima” que significa cuarenta.
La Iglesia Católica nos enseña que la Cuaresma empieza el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo.
Donde recordamos desde el inicio de su vida pública que empieza con oración y retiro en el desierto, hasta la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo.

Las citas bíblicas importantes que más nos acercan a esta festividad religiosa son:

Éxodo 24, 3-18 en donde se relata la salida del pueblo de Israel de Egipto hacia el desierto en el cual estuvieron 40 años.

1ª de Reyes 19, 3-8 en donde está el profeta Elías queriendo llegar al Monte Horeb a tener un encuentro con el Dios verdadero y por el cual pasó muchos sufrimientos.

 

Mateo 4, 1-11, en dónde Jesús fue conducido por el Espíritu de Dios hacia el desierto por cuarenta días y cuarenta noches.

 

La Cuaresma nos señala la purificación que necesitamos ante la tentación del mundo. El CIC nos lo marca en el numeral 540:

La tentación de Jesús manifiesta la manera que tiene de ser Mesías el Hijo de Dios, en oposición a la que le propone Satanás y a la que los hombres (cf Mt 16, 21-23) le quieren atribuir. Por eso Cristo ha vencido al Tentador en beneficio nuestro: «Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado» (Hb 4, 15). La Iglesia se une todos los años, durante los cuarenta días de la Gran Cuaresma, al Misterio de Jesús en el desierto.

La fecha de esta celebración católica en el calendario litúrgico se basa no por un ciclo repetido cada año, como por ejemplo la Navidad, la celebración de la Pascua y en especial del inicio de la Cuaresma, se basa en el calendario lunar recordando la salida del pueblo hebreo de la esclavitud en una noche de luna nueva por lo que se busca la primera luna de primavera. Quedando ya unificado en el I Concilio Ecuménico de Nicea en el año 325.


¿Qué significa la Ceniza?

En esta celebración la ceniza toma un valor importante ya que representa el arrepentimiento de nuestros pecados por los que Jesucristo nuestro Señor, lucha y muere en la Cruz, venciendo al pecado y dejándonos libres.

Los tiempos y los días de penitencia a lo largo del año litúrgico (el tiempo de Cuaresma, cada viernes en memoria de la muerte del Señor) son momentos fuertes de la práctica penitencial de la Iglesia (cf SC 109-110; CIC can. 1249-1253; CCEO 880-883). Estos tiempos son particularmente apropiados para los ejercicios espirituales, las liturgias penitenciales, las peregrinaciones como signo de penitencia, las privaciones voluntarias como el ayuno y la limosna, la comunicación cristiana de bienes (obras caritativas y misioneras).

En épocas antiguas, la gente al estar arrepentida cambiaba su vestidura de lino por sayal y se echaba ceniza sobre la cabeza como símbolo de que habría un cambio personal y quería que se notase.

El Miércoles de Ceniza no es un día de precepto, ni la imposición de la ceniza una obligación, pero se recomienda para una mejor introducción a esta fiesta litúrgica, así que queda en nosotros si damos el paso hacia el arrepentimiento puro y personal y obtener el símbolo sensible. Aunque no es un Sacramento sino es un sacramental.

Oirás dos tipos de fórmulas que se utilizan al recibir la ceniza:

“Arrepiéntete y cree en el Evangelio” 

 “Polvo eres y en polvo te convertirás” 


¿Qué es el Ayuno  y la Abstinencia?

La abstinencia es la privación o el no comer carnes rojas (cerdo, res, y pollo). Los días que la Santa Madre Iglesia pide para esta actividad son, el Miércoles de Ceniza, todos los Viernes de Cuaresma, y el Viernes Santo. Todos estamos obligados a realizar esta abstinencia a partir de los 14 años menos los enfermos.

El ayuno es hacer una comida fuerte en el día, tomando algo ligero en la mañana y en la noche. Lo podemos hacer desde los 18 hasta los 59 años (excluidos a los niños, ancianos y enfermos) se nos pide que hagamos éste sacrificio Miércoles de Ceniza y Viernes Santo.

El Catecismo nos dice: La Ley nueva practica los actos de la religión: la limosna, la oración y el ayuno, ordenándolos al “Padre  […] que ve en lo secreto”, por oposición al deseo “de ser visto por los hombres” (cf Mt 6, 1-6; 16-18). (CIC #1969)


Pilares de la Cuaresma

La penitencia interior del cristiano puede tener expresiones muy variadas. La Escritura y los Padres insisten sobre todo en tres formas: el ayuno, la oración, la limosna (cf. Tb 12,8; Mt 6,1-18), que expresan la conversión con relación a sí mismo, con relación a Dios y con relación a los demás. Junto a la purificación radical operada por el Bautismo o por el martirio, citan, como medio de obtener el perdón de los pecados, los esfuerzos realizados para reconciliarse con el prójimo, las lágrimas de penitencia, la preocupación por la salvación del prójimo (cf St 5,20), la intercesión de los santos y la práctica de la caridad «que cubre multitud de pecados» (1 P 4,8).

El ayuno, la Oración y la Limosna nos permiten vivir bien esta época ya que es una “cura interior”. Dominamos nuestras pasiones y gustos con “el Ayuno”, nos hace acercarnos a Dios con “La Oración” y  “La Limosna” nos ayuda a vencer el egoísmo y ayudar al prójimo.  Vencemos el egoísmo que nos aparta de Dios.

No te quedes fuera y acércate a Jesús y pídele que te acompañe en este momento de ayuno y arrepentimiento.

Encuentra a Jesús y conoce más tu hermosa religión.


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